viernes, 23 de octubre de 2009

Resena articulo Lingüística

Andrea Martínez
Lingüística Aplicada

En el artículo publicado en la Revista Nebrija de Lingüística Aplicada a la Enseñanza de Lenguas, numero 4, 2008, la autora Alicia Martínez Crespo, plantea que en el futuro se perfila que el diseño curricular sufra un cambio revolucionario debido a las nuevas líneas de estudio en campo como la neurociencia y el estudio del cerebro.

Según la autora, el diseño curricular vendrá unido a la dimensión del aprendizaje. Martínez indica que las investigaciones en estos campos han promovido una nueva línea de investigación interdisciplinaria (mind, brain and education) que asocia a la neurociencia cognitiva con la ciencia y la práctica educativa. Sostiene que ya las investigaciones que demuestran la inseparable conexión entre racionalidad y emociones y sentimientos, realizadas por el profesor de neurociencia, neurología y psicología de la Universidad de Southern Califonia, Antonio Damasio, llevaron a aunar el campo de la neurociencia y la enseñanza con el estudio de la influencia de la afectividad en los contextos educativos.(Arnold, 2000).

Al presente, las interrogantes que se están planteando son cuáles son los mecanismos y
teorías de la ciencia cognitiva que pueden tener implicaciones en el aprendizaje y en la
educación. Además se plantan, cuáles son los efectos biológicos del aprendizaje, cómo éste
conforma la percepción y la memoria, por ejemplo, o influye en las redes neuronales.

Mientras elabora su planteamiento, Martinez sostiene que la publicación del Marco Común Europeo de Referencia marca un punto trascendental en la enseñanza de las lenguas extranjeras en Europa. Se presenta como un documento de reflexión sobre la lengua y como una herramienta que facilite la comunicación entre los profesionales dedicados a esa labor. En este sentido, el objetivo del documento es ayudar a quien lo consulte a tomar decisiones y no a marcar unas pautas sobre qué se tiene que hacer y cómo hacerlo. En dicho documento en el capítulo 8, dedicado al diseño curricular, se hace especial hincapié en la importancia de la competencia plurilingüe y pluricultural que el ciudadano europeo ha de tener en una sociedad cada vez más unida políticamente, con un gran número de lenguas y en la que se supone cada vez va a tener mayor movilidad.

La autora plantea que es la preocupación por el respeto a la diferencia, lo que está marcando en este momento las pautas de los diseños curriculares. Sostiene que esa diferencia abarca, no sólo como lo que supuestamente distingue a una colectividad de otra, sino que respeta y considera las
peculiaridades de aprendizaje de cada individuo. Martínez indica que en la dimensión cultural, este planteamiento es considerado en este momento el que es políticamente correcto. Pero sostiene que por ello no deja de levantar críticas que avisan de los peligros inherentes a la continua mención, y casi obligada inclusión del individuo en una determinada identidad y tradición o, lo que es lo mismo, en una abstracta identidad cultural.

Martínez dice que partiendo de las premisas del Marco Común Europeo de Referencia, en los Niveles de referencia para el español del Instituto Cervantes (documento que desarrolla las especificaciones de los seis niveles comunes de referencia fijados por el Marco, en términos de objetivos y contenidos), se establece para el alumno tres grandes dimensiones interrelacionadas entre sí. Primero: El alumno como agente social, capaz de desenvolverse en situaciones de comunicación en la lengua meta. Segundo: El alumno como hablante intercultural, capaz de crear puentes entre la cultura de origen y la de los países hisponahablantes; y finalmente: El alumno como aprendiente autónomo, responsable de su propio proceso de aprendizaje.

La autora manifesta que para lograr alcanzar los objetivos generales de referencia se requiere una adaptación en relación con las características de cada situación particular. Esta adaptación se realiza en función del análisis de las peculiaridades sociales, culturales y educativas del entorno en el que se lleva a cabo la labor educativa. De modo que, si bien se asegura la coherencia de las actuaciones para ofrecer una idea lo suficientemente clara del alcance de cada nivel, respeta las diferencias en función del entorno concreto en el que se aplica. En este sentido, es un modelo flexible que no sólo tiene en cuenta las diferentes necesidades comunicativas de los alumnos, sino que toma en consideración otros factores como la tradición educativa, las creencias, actitudes y expectativas de los alumnos respecto a la naturaleza y el aprendizaje de lenguas, etc.

Referencias bibliográficas
Arnold, J. (Ed.) (2000) La dimensión afectiva en el aprendizaje de idiomas, Cambridge
University Press
Damasio, A. (2005) En busca de Spinoza. Neurobiología de la emoción y los sentimientos.
Barcelona, Crítica.
Fisher, K.W., e Immordino-Yang, M.H. (2008, en prensa), The Fundamental Importance of the
brain and learning for education. En The Jossey-Bass reader on the brain and learning. San
Francisco: Jossey-Bass.
Martinez, A. (2008) “Recuerdos del futuro: cerebro y diseño curricular”; Revista Nebrija de Lingüística Aplicada a la Enseñanza de Lenguas; Número 4, Año 2008

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