miércoles, 17 de febrero de 2010

Aportaciones de los estructuralistas al estudio del lenguaje

A continuación un breve resumen de las aportaciones de los estructuralistas europeos y los estructuralistas estadounidenses al estudio del lenguaje.

El Circulo Lingüístico de Praga, fue una de las escuelas más importantes del estructuralismo europeo. Conto como figuras destacadas a Trubetzkoy, Roman Jackbson, Martinet, Bretano, Benveniste y Tesnieres. Impregnaron a la lingüística de una visión futurista. Centraron su análisis en la función comunicativa del lenguaje y elaboraron en la teoría de la doble articulación en todas las lenguas. Una aportación escuela es el establecimiento de la fonología , asi como la fonética, estudiando la primera la función de los sonidos en una lengua y la segunda, los aspectos físicos de los sonidos. Una aportación significativa fue es el principio metodológico de la conmutación por lo que se modifica un fonema por otro en un lugar determinado en la cadena hablada produciéndose una oposición paradigmática y por tanto un cambio de sentido.

El CLP esbozo unos principios teóricos generales entre los que figuran: el que la lengua tiene que concebirse como un sistema funcional; que la actitud metodológica del lingüista tiene que ser sincrónica y debe recurrir al sentimiento directo del locutor y su introspección; que la concepción de la lengua como sistema funcional no solo tiene que aplicarse al plano sincrónico sino también al plano histórico; y que tendrían como objetivo elaborar una tipología o caracterología de los sistemas que constituyen las lenguas destinado a hacer aparecer los medios utilizados por ellas para responder a las necesidades de la comunicación.

En especifico, Troubetzkoy, por su parte, definió, entre otros elementos, la Fonoestilística, como la modalidad que se encarga de los recursos usados para dar expresividad al discurso, a saber, entre otros, el acento, la entonación, la pertinencia vocálica y/o consonántica, la aliteración, etc.

Por su parte, Roman Jakobson, llegó a delimitar dos categorías de fenómenos fónicos existentes en la lengua: los fenómenos fonológicos, significativos, por oposición a los que estaban desprovistos de significación. Dice que un sonido es una representación mental.
Bretano, estudió la relación entre la experiencia y lo lingüístico. Martinet, por su parte, propuso tratar los hechos fonéticos desde un punto de vista preciso, el de la función lingüística asumida por las diferentes formas. Martinet también intento aplicar principios del funcionalismo como la economía y la rentabilidad en el análisis de la sintaxis.

Otro grupo destacado en el estructuralismo europeo fue el Circulo Lingüístico de Copenhague, en el cual se destaco L. Hjelmslev, que funda la glosemática. Esta escuela reconoce la idea de que la lengua es un sistema de valores entendidos como entidades o positivas relativas o negativas. La glosemática basa su teoría en la profundización de la idea “la lengua es forma y no sustancia”. Se plantea que la lengua es una entidad autónoma de dependencias internas en ella donde importan solo las relaciones formales entre los elementos de los distintos niveles lingüísticos. También considera que la lengua es una semiótica compuesta de dos planos: expresión y contenido (que corresponden a los planos del signo saussureano: significante y significado). El signo, desde el punto de vista interno, es en realidad una función, una entidad generada por la conexión entre dos elementos: una expresión y su contenido o un contenido y su expresión. No hay una función signo sin que estén presentes simultáneamente expresión y contenido: por ello la función signo es en sí misma una entidad solidaria.

En resumen, entre las aportaciones del estructuralismo europeo se pueden destacar el origen de disciplinas como la semiología, que describe, analiza y clasifica hechos como gestos, señales, símbolos, imágenes y signos lingüísticos en su mayoría en un método estructuralista. Y la aparición de disciplinas como la morfosintaxis y la glosemática, que es el estudio de las premisas conceptuales y metodológicas de una verdadera lingüística.

Mientras tanto el estructuralismo norteamericano, cuyos mayores exponentes son Sapir, F. Boas y B.L. Whorf (quien fue autor de la propuesta de relativismo lingüístico), plantea que el lenguaje tiene un orden que responde a la percepción de la comunidad lingüística. Por tanto, considera el estudio lingüístico junto con la antropología. Este grupo desarrollo gramáticas para lenguas amerindias, y en ese proceso se percatan de que el modelo general, greco latino no funciona con esas lenguas. Aplican un estudio de gramáticas comparativas de las lenguas amerindias. Y sostienen que todo modelo debe ser descriptivo ya que cada lengua tiene un modo particular de ordenar símbolos y signos. Sapir dice que la lengua tiene un carácter sociocultural notable, constituye un instrumento de intercambio social formado por unidades o símbolos que corresponden no a la experiencia individual del sujeto sino a categorías de experiencia o conceptos. Mientras que Boas sostuvo que el entorno exterior, físico, y cultural seria un caos sin la intervención del lenguaje, el cual solo puede ser aprendido a través de las estructuras propias del sistema lingüístico. Por otro lado, el estructuralista de Estados Unidos, Leonard Bloomfield, dice que el elemento constituyente de una lengua son las formas gramaticales.
Plantean que el lenguaje es una relación simbólica particular; que es un conjunto de símbolos /convencionalismos. Entre las teorías que promovieron están el que los modelos de pensamiento están determinados por las estructuras de la lengua materna, esta hipótesis se conoció como relativismo lingüístico.

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