martes, 8 de diciembre de 2009

Diferencias entre textos orales y escritos

Las diferencias entre la lengua oral y la lengua escrita son diversas. La lengua oral se adquiere mediante un bio programa que cada ser humano tiene en su cerebro; es un proceso informal y tiene una modalidad acústica. Entretanto la lengua escrita se enseña y se aprende; es un proceso formal sistemático y tiene modalidades variadas como son la visual, táctil (lenguaje braile) o las relacionadas a los diferentes medios de comunicación.

La lengua oral es más espontánea y con más uso de recursos paralingüísticos (lenguaje corporal, rasgos supra segmentales, etc.), tiene un carácter temporal perecedero, y debido al mismo los turnos de habla se manejan de forma más relajada. Igualmente la unidad temática puede ser alterada y recuperada por los hablante. Mientras la lengua escrita por ser más planificada tiene una restricción en el uso de recursos paralingüísticos; tiene carácter permanente y la unidad temática debe mantenerse textualmente. En este caso los turnos se limitan a dos dimensiones: los que intervienen en el dialogo escrito y entre el lector y emisor.

En el caso de un texto oral se comparte el tiempo y espacio mediante deícticos, y los interlocutores comparte un mismo entorno (espacio temporal) aquí y ahora. La presencia y colaboración del receptor es importante para la reconstrucción del sentido ya que se controla la cohesión mediante recursos como retroalimentación no verbal. En la oralidad se consideran normales el uso de repeticiones, reiteraciones, interjecciones, etc. Incluso en la oralidad se permiten expresiones para confirmar la comprensión del interlocutor (ej, preguntar ¿me entiendes?). También la modalidad oral permite romper la sintaxis y se recurre a sobre entendidos. Igualmente el receptor puede construir el significado basado en elementos paralingüísticos (como son entonación, pausas, intensidad, gestos, etc.)

En el caso de la modalidad escrita, el texto escrito se sustenta en el nivel grafemático y se restringe a un medio. La situación comunicativa es diferente a la oral ya que no se comparte tiempo y espacio con el interlocutor pues las distancias temporales pueden variar entre minutos hasta siglos. Esta falta de espacio temporal obliga a que el texto escrito tenga que estar claramente definido o explicado para evitar ambigüedades. Hay una restricción en el uso de recursos paralingüísticos, y los rasgos suprasegmentales se traducen con sus limitaciones al uso de signos de puntación y otras convenciones graficas. Debido al carácter permanente los turnos tienen dos dimensiones: los que intervienen en el dialogo escrito y entre el lector y el emisor que obliga a seguir un orden lineal estricto. Además, la unidad temática tiene que mantenerse textualmente.

La escritura debe considerarse un proceso psicolingüístico y cognitivo, por es parte de proceso formal que requiere enseñanza y aprendizaje. Como parte de la formulación de la teoría de la escritura como proceso se ha destacado tres asuntos de mayor importancia en su estudio que son: la diferencia entre la oralidad y la escritura; los procesos lingüísticos que constituyen un texto escrito y los procesos mentales que la escritura implica. Escribir es una actividad intelectual, que involucra toda una serie de reflexiones y decisiones cognitivas del que está escribiendo. Es un proceso donde interviene el pensamiento lógico y el intuitivo, los conocimientos previos temáticos y lingüísticos.

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